Carolina Belda: “La transformación digital ayuda a adaptarnos al cambio climático y ofrece transparencia en la gestión del ciclo integral del agua”
“La digitalización en la gestión de la red de alcantarillado nos ha permitido ser más eficientes, actuar de manera preventiva y selectiva, proteger el medio ambiente, conocer la red, su estado y deficiencias y ofrecer, por supuesto, un mejor servicio a la ciudadanía”, apunta Carolina Belda, gerente de Aigües de Paterna e Hidraqua para exponer cómo la transformación digital que aborda la compañía gestora del ciclo integral del agua ha permitido mejorar el servicio y la labor que se lleva a cabo en las redes de alcantarillado. Estas redes son las responsables de recoger el agua residual y dirigirla a la estación depuradora para que pueda someterse a los tratamientos necesarios para ser reutilizarla o devolverla al medio natural.
Belda cuenta con una amplia experiencia en el sector del agua y el medio ambiente. Desde que se inició en este ámbito, hace ahora veinte años, ha desempeñado siempre cargos vinculados al departamento de operaciones, llegando a ser la responsable del área de oficina técnica de Hidraqua en Valencia y Castellón, antes de ocupar su cargo actual como gerente. “Esta trayectoria me ha permitido ver cómo la transformación digital de la compañía ha revolucionado nuestra forma de trabajar y nos permite, a día de hoy, ser más eficientes y sostenibles, lo que nos lleva a prestar un mejor servicio a la ciudadanía y a ser capaces de abordar los retos a los que la sociedad de hoy se enfrenta como el cambio climático y la escasez de recursos. También nos permite ser más transparentes y hacer partícipes a la sociedad de la gestión que se está llevando a cabo. Aplicaciones como la de la limpieza optimizada de redes de saneamiento para la gestión inteligente de la red de alcantarillado son un claro ejemplo de ello”.
El mantenimiento del alcantarillado está asociado principalmente a la limpieza. “Hace unos años esta labor era más bien correctiva. Cuando había un atasco, se enviaba el camión para resolverlo y se llevaba a cabo una limpieza periódica programada, pero no selectiva. En base a la experiencia, el responsable del servicio decidía qué zonas limpiar, pero sin conocimiento del estado de la instalación y la red. Evidentemente esta forma de gestionar la limpieza era ineficiente”.
Hace unos años, la compañía empezó la implantación de la solución tecnológica para la limpieza optimizada de redes de saneamiento que permite, por un lado, gestionar de forma unificada y centralizada toda la información relativa a la red de alcantarillado. En una misma APP, Hidraqua dispone de todos los datos de la red, cartografía, inspecciones de cámara realizadas, mantenimientos correctivos que se han llevado a cabo o antigüedad de la red, entre otros. “Esta información nos facilita el poder hacer una planificación de los trabajos de inspección y limpieza objetivos. Hay zonas que se le asigna limpiar tres o cuatro veces al año y otras incluso una vez cada tres años, en función del estado y necesidades de la red”, añade Belda. Además, la solución define el punto exacto de limpieza, cuándo se debe llevar a cabo y con qué medios.
Por otro lado, esta herramienta permite conocer en tiempo real los trabajos que se están realizando y dónde está ubicado cada equipo. Además, dispone de un módulo de informes y de histórico donde los responsables de la compañía pueden consultar toda la información relativa a la gestión e, incluso, compartirla con los técnicos municipales responsables del servicio o ponerla a disposición del departamento de atención al cliente para resolver cualquier consulta de los usuarios. Además, dispone de acceso a través de tablets para que el personal operario, desde el propio punto de trabajo, pueda informar de cualquier anomalía o información de interés sobre la instalación.
En definitiva, esta solución para la limpieza optimizada de redes de saneamiento, incluida dentro de las soluciones Dinapsis for Water permite que, con la misma partida económica, la compañía sea capaz de abarcar un mayor control y gestión de la red de alcantarillado, ya que se ha demostrado que el número de mantenimientos correctivos ha disminuido considerablemente, reduciendo por tanto las incidencias y las molestias que ellas ocasionan a la ciudadanía. “Además, minimiza los riesgos medioambientales ya que tienes una garantía de que la limpieza es adecuada, evitando posibles alivios a cauce público; genera conocimiento y trasparencia en los trabajos y operaciones realizadas y aumenta la vida útil de las infraestructuras, asociada a una mejora en la gestión de las instalaciones. Por último, reduce el uso de papel al volcar los datos en la herramienta y eliminar así los partes de trabajo físicos con los que se operaba hasta su puesta en marcha”, concluye Belda.